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Apocalipsis y lealtad
Culto, política y devoción en el libro de Apocalipsis
Reseña por David Casado Cámara
Acaba de aparecer en castellano el libro de J. Nelson Kraybill, Apocalipsis y lealtad. Culto, política y devoción en el libro de Apocalipsis. Se trata de un libro interesantísimo desde su inicio. Y no ya desde su primera página, sino desde la misma portada, que simboliza perfectamente su contenido.
La efigie de un emperador romano situada contra el fondo de una gran bandera ondeante de su país, los EE UU, y un título en el que se relaciona el libro de Apocalipsis con la política, conforman un cuadro más que explícito acerca del contexto político-religioso que lo alumbró, subrayando al mismo tiempo que dicho contexto sigue siendo válido para cualquier época posterior, la nuestra incluida.
En la bibliografía que disponemos en castellano son muy pocos los comentarios que han respetado dicha contextualización. Y es una pena porque el resultado es una desconexión total y absoluta entre el texto y el contexto político-religioso del lector, que ve como Apocalipsis sólo tendría sentido para los que vivieron antes o los que vivirán en ese futuro ignoto, al que curiosa e irresponsablemente tantas veces se ha tratado de poner fecha.
Política, religión y culto son las tres coordenadas que delimitan la vida de cualquier persona en cualquier época. Por eso nada más recomendable que una lectura de un comentario que explica Apocalipsis en base a estas tres variables intemporales, con la sana intención de hacernos ver cuántas veces y con cuanta frecuencia los cristianos invertimos la prioridad en nuestras lealtades. Es decir, situamos primeramente la lealtad a nuestro país, llevados de unas estrechas miras de carácter nacionalista, y situamos en segundo lugar la lealtad que debiera ser primera, la lealtad a nuestro Dios.
Si a una temática tan interesante se añade, como es el caso, una gran maestría en la selección de materiales en forma de imágenes y citas bibliográficas, así como en la estructuración del índice, que deja de lado el tradicional enfoque de exponer los capítulos en el mismo orden en que figuran en el texto bíblico, para adoptar un enfoque de carácter temático adaptado a las tres variables antes citadas, no es de extrañar que el resultado sea una obra tan actual, interesante y fácil de leer como ésta.
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DAVID CASADO CÁMARA es autor de diferentes artículos y del libro Apocalipsis, revelación y acontecimiento humano (CLIE, 2004).
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Toda obra escrita es útil
Conferencias y sermones en Argentina, 2016
Escribe el autor, Dionisio Byler
Este verano en España (invierno en el hemisferio sur) mi esposa y yo hemos podido visitar otra vez mi Argentina natal, donde nos invitaron a hablar en diversos tipos de situaciones y lugares.
Algunas personas expresaron interés en disponer de los apuntes de mis conferencias y otros querían mis traducciones de los textos bíblicos que leía cuando predicaba. He pensado que con un poco de esfuerzo adicional podía preparar todo este material a manera de pequeño librito disponible no solamente para los que estuvieron presentes sino para cualquier otro interesado o interesada.
El resultado es Toda obra escrita es útil. Conferencias y sermones en Argentina, 2016.
Estamos hoy día, en mi opinión, ante una de las crisis periódicas que asolan el cristianismo, en particular el cristianismo evangélico. Son crisis cuya génesis es esencialmente social, cultural y política, pero que se presentan falsamente como crisis de aceptación del testimonio bíblico. El mundo evoluciona siempre hacia posiciones y costumbres nuevas, formas novedosas de entender la vida. Esta evolución nos aparta paulatinamente de lo que antes creíamos ser verdades fijas e inmutables.
Cuando el desfase entre lo antiguo y lo nuevo se vuelve insoportable, se manifiestan dos tipos de reacción entre la gente con fuertes convicciones religiosas. Unos abrazan el cambio y lo ven como una manifestación nueva de la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Otros lo rechazan, tachando esas formas nuevas de pensamiento y conductas como apostasía, herejía, abandono de la fe; y en particular, abandono de la Verdad bíblica.
Yo me confieso entre los que aman la tradición porque nos sitúa en continuidad con las generaciones que nos precedieron, pero detestan el tradicionalismo porque nos sofoca y nos roba la espontaneidad y la libertad a la que hemos sido llamados como seguidores de Jesucristo.
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