Podemos salir del pozo más profundo
Un día, el asno de un granjero cayó en un pozo y éste se preguntó qué podía hacer.
Finalmente, llegó a la conclusión de que el animal era demasiado viejo, que el pozo, de todas maneras debería desaparecer, y que no era rentable para él intentar recuperar al asno. Pidió ayuda a sus vecinos. Todos ellos tomaron unas palas y comenzaron a llenar el pozo. Algunas paletadas después, el granjero se asomó, y se sorprendió de lo que vio.
A cada paletada que le caía encima, el asno se la sacudía de encima para quitarse la tierra de la espalda, y a renglón seguido se subía encima. Según iban echando tierra, él se sacudía y se subía encima. ¡Al poco, pudo salir y marcharse al trote!
La vida intentará hundirnos bajo toda clase de basura. Pero para salir del agujero, hay que saber sacudirse la espalda.
Cada una de nuestras dificultades es una piedra que nos permite progresar. Podemos salir del pozo más profundo, sin dejar jamás de tener esperanza y sin dejar de actuar. Sacúdete lo que estorba, y ¡Lo conseguirás!
Texto anónimo transmitido por el pastor Jacques Gradt.
Traducción, Julián Mellado.