Kasai
El Rdo. Jean Felix Cambalanga, representante de la Communauté Evangélique Mennonite en la República Democrática del Congo, habla a personas desplazadas que se instalaron en la región de Kabwela por motivo de la violencia que les obligó a abandonar sus hogares en la región de Kasai. Después de estas palabras, recibieron una provisión para tres meses, de harina, alubias, aceite y sal. Los alimentos fueron donados por Canadian Foodgrains Bank, MCC, y numerosas organizaciones anabaustistas en el mundo. [Foto: MCC/Mulanda Jimmy Juma]

Los menonitas proveen alimento para los desplazados por la violencia en Kasai
Redactado por personal de MCC

Goshen, Indiana, EEUU, 12 de abril — Agnès Ntumba recuerda el día que con su marido y sus siete hijos huyeron de la violencia que había tomado posesión de su poblado en la región de Kasai en la República Democrática del Congo (RD Congo).

—Vi cómo mataban a la gente. Venían a matarnos a nosotros y tuvimos que huir —recuerda Ntumba.

Hace más o menos un año, su poblado de Tshilundu Ndibunu pasó a ser el siguiente en una sucesión de lugares que han ido pasando a vivir aterrorizados por la violencia étnica y política. El conflicto, que empezó en agosto de 2016 cuando la agrupación paramilitar Kamuina Nsapu chocó con las fuerzas de seguridad nacional, provocó combates más o menos continuos en la región de Kasai.

La crisis ha desplazado a 1,4 millones de personas de sus hogares, y entre ellos se cuentan unos 5.000 menonitas.

Junto con su familia y otros de su poblado, Ntumbga corrió a la selva, que atravesaron durante dos días buscando un lugar seguro. Ahora su familia está en el sector de Kabwela de la Provincia de Lomami, con una familia que los acoge porque no hay campamentos formales para los desplazados. Sumando los nueve de la familia de Ntumba, son 20 los que viven juntos.

—Comemos una vez al día. No es suficiente —dijo Ntumba en febrero cuando habló con Mulanda Jimmy Juma, representante de MCC—. Estamos sufriendo —añadió, hablando no solo de sí misma y de su familia, sino de las muchas personas desplazadas en Kabwela.

Los menonitas en DR Congo están respondiendo al sufrimiento de las gentes desplazadas ahí y en las ciudades de Kikwit y Tshikapa, distribuyendo esta primavera paquetes de harina, alubias, aceite y sal para alimentar a unas 4.000 personas —830 grupos familiares— durante tres meses. También han empezado a repartir unas 1.000 «cajas de dignidad» para mujeres, y 100 niños en Kabwela han recibido material escolar.

Tres asociaciones denominacionales menonitas congoleñas están cooperando en sociedad con el Comité Central Menonita (MCC) para organizar y ejecutar la distribución de las provisiones que vienen financiadas por Canadian Foodgrains Bank, MCC, y numerosas organizaciones anabautistas de todo el mundo.

La Communauté Evangélique Mennonite (CEM, Comunidad Evangélica Menonita) realizó la primera de tres distribuciones a 180 hogares en Kabwela los días 23 y 24 de marzo.

Ntumba y su familia se encontraron entre los agraciados. Recibió alimentos por la mañana y su familia estaba sentada en corro compartiendo una cazuela de alubias esa misma tarde, según Juma. Dijo que la mayoría de las familias llevaba un buen tiempo sin probar legumbres, así que es lo que prepararon en lugar de su cazuela habitual de bedia, un puré espeso de harina de maíz.

—Vamos a cambiar cuántas veces al día comemos —dijo Ntumba en un grupo que se reunió para evaluar cómo había ido la distribución—. Ahora vamos a empezar a comer algo por la mañana y también por la tarde. Antes veníamos comiendo una sola vez al día. Estamos convencidos de que esto nos va a cambiar la vida.

Según Juma, muchas familias desplazadas nunca han recibido ayuda de ninguna organización humanitaria y dependen de otras personas también vulnerables, para su supervivencia.

—Este apoyo es importante porque ayuda a reducir la explotación y las tensiones en las comunidades locales. Tener qué comer da dignidad a las personas desplazadas —opina Juma—. Sin nada que comer, los desplazados se ven obligados a trabajar en el campo todo el día por menos de 20 céntimos de euro, aguantando insultos y malos tratos, lo cual provoca altercados —explica.

El 3 de abril llegaron provisiones para la siguiente distribución a Kikwit y Tshikapa, donde se aloja un niño de diez años llamado Kanku Ngalume. En febrero le contó a Juma, llorando, que había huido de su poblado cuando a sus padres y hermanos les cortaron las cabezas. Siguió a un grupo de personas que corrían para salvar el pellejo y acabó en Tshikapa.

—No tengo a nadie aquí. Mama Agnes (otra desplazada) me cuida. Si ella tiene algo que comer, comemos. Si no tiene, no comemos. Aquí solamente se come una vez al día, al anochecer —contó Ngalume.

La Commuinauté Mennonite au Congo (CMCo, Iglesia Menonita de Congo) se está haciendo cargo de la distribución en Tshikapa para 400 familias. La Commuinauté des Eglises de Frères Mennonites au Congo (CEFMC, Iglesia de Hermanos Menonitas de Congo) se hará cargo de distribuir alimento a unas 250 familias en Kikwit.

Las distribuciones de esta primavera vienen precedidas de una iniciativa en noviembre de 2017, cuando CMCo y CEFMC prestaron ayuda a 460 hogares con alimentos y provisión para acobijarse. MCC y otras organizaciones anabautistas en el mundo también financiaron esa distribución.

Siguen haciendo falta donaciones para MCC para que estas agrupaciones denominacionales en el Congo puedan seguir adelante con planes para empezar a hacer mella en la necesidad de educación para niños desplazados, que incluye tasas de escolarización, equipamiento, y uniformes. MCC también está aportando a estas agrupaciones denominacionales formación para tratar las secuelas de trauma y para aprender buenas prácticas de ayuda humanitaria.

Las organizaciones que apoyan estas distribuciones incluyen AFrica Inter-Mennonite Mission; Caisse de Secours (el brazo de desarrollo de la Iglesia Menonita de Francia); International Community of Mennonite Brethren; Mennonite Church Canada Witness; Mennonite Mission Network; Congreso Mundial Menonita; y la Conferencia Menonita de Suiza. Más de 90.000 dólares USA han sido donados ya para este esfuerzo en común hasta marzo de 2018. Siempre son muy apreciados todos los donativos para ayudar con esta labor.

Si está usted interesado en España en donar para esta causa, la forma de hacerlo sería comunicárselo a su pastor para que lo ponga en conocimiento de la red de pastores y líderes de AMyHCE. Podríamos averiguar cómo hacer un envío conjuntamente de parte de AMyHCE a una de las entidades citadas en Europa, la de los menonitas franceses o la de los suizos. O bien a MCC, que tiene también representación en Europa.