—Las comunidades de acogida se ven superadas por las necesidades —explica Adams. Intentan hacer frente a la situación—. La gente es generosa con sus nuevos vecinos. No los llaman ni desplazados ni refugiados; los llaman invitados.
Adams informa que los sirios están llegando al Líbano y a Jordania sin saber cuándo podrán volver a sus hogares.
—Mucha gente que llega, en especial niños, están traumatizados. No solo por haber sido desplazados, sino porque oyeron los bombardeos y el fuego de artillería.
Adams dice que para muchos adultos el calvario es doble.
—Estas son personas que durante toda su vida se valían por sí mismas y que de repente son vulnerables. Se avergüenzan.
Adams explica que el conflicto, que dura ya más de un año, está sobrepasando las fronteras del Líbano. MCC coopera con organizaciones amigas para alcanzar la paz. Adams afirma que los libaneses no quieren otra guerra civil.
El CCM ha enviado desde esta primavera cuatro containers a Jordania que contenían mantas, paquetes de avituallamiento, de higiene, material escolar y productos para el cuidado infantil. Otros dos han sido enviados al Líbano.
Además, MCC está repartiendo cestos de comida, medicinas, combustible y dinero para las familias sirias afectadas por el conflicto en la región de Homs. MCC reparte leche y pañales a 1.000 familias sirias refugiadas en Jordania.
La campaña de MCC en Oriente Medio ha recibido hasta finales de agosto 400.000 dólares. Adams explica que MCC agradece el apoyo recibido hasta ahora. No obstante, dado que la crisis empeora, se necesitan con urgencia tanto oraciones como donaciones.
—Imagínese que usted está en medio de un conflicto que no provocó —explica Adams—. El trauma y la muerte que pudo haber visto la familia—.
Pide que las personas reflexionen acerca de cómo pueden ayudar.
—¿Qué oraciones pueden ofrecer? ¿Qué pueden donar que ayude a recuperar la normalidad y a satisfacer las necesidades básicas de las personas que sufren esta crisis? |