Johana Fritis, de la Iglesia la Cueva de Adulam, sirve chocolate caliente a los niños de una de las "poblaciones" de Santiago, después de la clase bíblica.
El centésimo miembro del CMM, arraigado en un ministerio entre los pobres
Peleando contra leones
Comunicado de prensa, CMM, por Titus Guenther (Canadá)
Santiago de Chile, 23 septiembre — «No acabamos de ser conscientes de la enormidad de lo que acaba de suceder», opinó el pastor Samuel Tripainao cuando la Iglesia Evangélica Menonita de Chile (IEMCH) fue admitida como miembro del Congreso Mundial Menonita en mayo de este año. La Conferencia, de aproximadamente 1.200 miembros y 14 congregaciones, fue el centésimo cuerpo —y el primero de Chile— en ser admitido como miembro del CMM.
Según Tripainao, los líderes de la IEMCH ven esta nueva conexión con la familia mundial de los anabaptistas como «un reconocimiento de la labor desempeñada durante unos veinte años». Cristian Bustos, pastor de juventud, piensa que «Abre mayores posibilidades para el intercambio de dones, poniéndolos al servicio del reinado de Dios».
La IEMCH es una de varias agrupaciones anabaptistas o menonitas en Chile que han surgido principalmente por iniciativas locales. Aconsejados en algunos particulares por Jorge Vallejos padre, un emigrado chileno que abre iglesias nuevas en Canadá, la IEMCH adoptó una identidad menonita en 1989 y obtuvo reconocimiento legal el año siguiente.
Las iglesias de IEMCH nacen en las «poblaciones» de Santiago (zonas marginadas de la capital y sus suburbios) de tal suerte que su ministerio fue —naturalmente— una combinación de obra social cristiana y evangelización. Aliviar la pobreza, formar a los jóvenes para que puedan obtener trabajo, luchar contra la cultura de la droga y trabajar en la rehabilitación de sus víctimas, todo esto hace que Daniel Delgado, presidente de IEMCH exclame: «¡A veces me siento como si estuviéramos tratando de robar unos corderitos indefensos de la boca de leones!»
Delgado lidera un equipo de pastores y líderes de juventud, algunos de los cuales han abandonado carreras muy bien remuneradas para dedicarse a trabajos a tiempo parcial y así disponer de tiempo que dedicar para «la obra del Señor».
Las congregaciones de IEMCH también realizan ministerios de espiritualidad y evangelización. Los cultos se celebran por la tarde. Por la mañana tienen su Escuela Dominical para sus propios hijos y otros niños del barrio, donde se incluye un desayuno además de los coritos y las clases bíblicas, para concluir con una comida antes de mandarlos a casa. La Palabra de Dios se enseña también «con la predicación en los cultos y en las calles y mediante estudios bíblicos». El ministerio en las calles incluye «dar un café y un bocadillo a los sin techo».
Entre las actividades que realiza la IEMCH para extender la iglesia y testificar al mundo, se pueden mencionar: retiros de pastores, reuniones y ministerios en grupos de mujeres, retiros de matrimonios, viajes de evangelización a diferentes ciudades (incluso a Argentina, al otro lado de los Andes), ministerio en prisiones, cultos unidos mensuales entre diversas congregaciones locales, campamentos de verano para catequismo que culminan con bautismos unidos. Una vez un policía preguntó a Daniel Delgado a qué se dedicaba su iglesia y él le respondió: «Estamos haciendo lo que a usted le pagan por hacer; pero nosotros lo hacemos sin cobrar».
La mayoría de los pastores de IEMCH no reciben salario por su ministerio. Como presidente, sin embargo, las responsabilidades de Delgado no le permiten seguir con su trabajo aparte. Mantenido por las contribuciones de la iglesia, puede así visitar las iglesias, mantener la conexión con los pastores y las congregaciones y gestionar los programas y las propiedades de la Conferencia.
En los años iniciales, IEMCH solían sentirse aislados, pero en los últimos tiempos se ha despertado en ellos un deseo de mayor conexión con la familia menonita mundial. Esto se debe, entre otras cosas, a las visitas de maestros menonitas y representantes de agencias misioneras, así como su creciente participación en las asambleas cada dos años de menonitas del Cono Sur (Brasil, Bolivia, Paraguay, Uruguay, Argentina y Chile) —y también la Asamblea XV del CMM que se celebró en Asunción del Paraguay.
[Traducido por DB para El Mensajero.] |
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